martes, 31 de agosto de 2010

Paisajes urbanos virtuales

En el ordenador que tengo en el despacho de la Escuela de Arquitectura de Madrid he puesto un fondo de escritorio que consiste en una vista aérea de Manhattan. Los edificios parecen púas de un erizo sobresaliendo de una piel invisible. En el lado derecho está, casi camuflado, uno de los iconos de la ciudad: el edificio Chrysler con su esbelta línea art decó. Algún día tendré que contar la historia de esta construcción ya que se trata de una buena metáfora de la arquitectura del siglo XX (incluido el hecho de que Walter P. Chrysler no le pagó al arquitecto William Van Alen sus honorarios). Más reconocible que el propio Empire, desde el que están hechas la mayor parte de las fotografías de los turistas (como la de mi fondo de escritorio) forma ya parte del skyline más reconocible de la ciudad. La panorámica todavía acentúa más la verticalidad al estrechar el formato original 16:9 para adaptarlo a mi monitor 4:3. Aunque es una foto anterior al desastre del 11 de septiembre no pueden aparecer mis queridas torres gemelas ya que están situadas al sur de la isla (digo queridas porque tuve el privilegio de poder verlas días antes de que fueran inauguradas). Pero no hay problema, un solo edificio como el Empire o el Chrysler es capaz de situarnos en la capital del mundo. Esto tiene que ver claramente con la identidad urbana.

El fondo de escritorio del ordenador de mi despacho

domingo, 8 de agosto de 2010

Árboles de aire en el eco-bulevar de Vallecas

Vallecas en un barrio de Madrid un tanto peculiar. Fue un municipio independiente hasta los años 50 del pasado siglo veinte cuando Franco pensó que la población del término municipal donde se alojaba la capital de España no podía ser inferior a la de Barcelona. De forma que lo solucionó de forma drástica anexando algunos de los municipios que se encontraban en los alrededores. Uno de ellos fue Vallecas. Pero Vallecas no perdió nunca su identidad. A los vallecanos les gusta llamar a su pueblo Valle del Kas. La tradición dice que en la Edad Media en ese lugar vivía un árabe llamado Kas. Con la reconquista, al ser expulsado, el lugar lo ocuparon algunos de los habitantes de Torrepedrosa (pueblo situado muy cerca) que llamaban al lugar “Valle del Kas”. Luego la cosa derivó en Valle-Kas, Vallekas y Vallecas. Pero a partir de los años 80 del pasado siglo veinte sus habitantes más alternativos han vuelto a llamar al barrio Vallekas. De forma que se encuentran pegatinas, carteles o grafitis por todo el barrio sustituyendo la “c” por la “k”. Sobre la historia de Vallecas se puede consultar la excelente página web Vallecas Todo Cultura.