viernes, 29 de agosto de 2014

Ciudades más equitativas

Uno de los problemas que no ha conseguido resolver el actual sistema es el de las desigualdades sociales. Por desgracia, ni tan siquiera está en vías de solución. Todo lo contrario, parece como si el mero hecho de plantearlo fuera “poco moderno”. Y es que esa poderosa minoría de los más favorecidos económicamente cuenta, a día de hoy, con herramientas formidables que les ayudan a "modelar" la opinión pública y conseguir, no sólo que todo siga como está, sino que sean cada vez mayores las desigualdades sin que la gran mayoría se levante en contra. Incluso han conseguido que lleguemos a creer que el derecho fundamental no es el de la igualdad, sino en de que todos "tengamos la posibilidad" de ser iguales. Y aquí entramos en el cielo de la esperanza en un futuro mejor, de la sana competencia o de la valía personal. Todo esto estaría muy bien si, realmente, al nacer todos fuéramos iguales, si la competencia de verdad fuera sana y si las posibilidades de desarrollo fueran las mismas para todos. La ciudad desigual se puede entender como un síntoma, pero también como parte de esta patología.

Ciudad rica, ciudad pobre  adeevee