miércoles, 7 de enero de 2015

Metáforas de la frontera

A veces las metáforas nos pueden. Sobre todo si nuestra profesión obliga a que nos entiendan y el tema a tratar es complejo. Entonces recurrimos a simplificar las cosas buscando analogías y trasponiendo ideas y conceptos. En concreto, una de las cuestiones relacionadas con la organización del territorio a la que más solemos recurrir para poder abordar un análisis “asumible” de la realidad, es su subdivisión en unidades. Se hace en planeamiento, se hace en paisaje, se hace en urbanismo. De forma que lo primero que intentamos es trocear el territorio, dividirlo en zonas y, entonces, vamos (trozo a trozo) estudiándolos por separado. Para ello, claro está, resulta necesario establecer límites. Surgen así fronteras, más o menos naturales, que podrían (o no) relacionarse con el concepto que todos tenemos en la cabeza cuando hablamos de fronteras. Es decir, por ejemplo: estados nacionales, autonomías o municipios.

Intentando superar una frontera no metafórica, Melilla  lavanguardia