viernes, 1 de abril de 2016

Ciudades para las personas mayores

Hace unos días una de mis alumnas vino a verme porque quería hacer el trabajo fin de máster sobre “envejecimiento activo”. Aunque ya hace algún tiempo codirigí una tesis con José Manuel Ribera (catedrático de geriatría, hoy emérito de la Complutense) sobre la ciudad y los mayores y, actualmente, llevo otras dos relacionadas con el tema, me sorprendió que alguien motu proprio quisiera hacer un trabajo de este tipo. Y es que, en el ámbito del planeamiento, aunque cada vez se van considerando en mayor medida los temas de inclusión, es relativamente escasa la consideración de las cuestiones relacionadas con las personas mayores. De forma que he pensado que sería interesante dedicar el artículo de hoy a su relación con la ciudad. Para no perderme en un tema que requeriría un libro entero, voy a centrarme en el programa de la OMS “Ciudades amigables con las personas mayores”, en el que España está muy bien representada con más de 70 municipios participantes.

Las personas mayores y la ciudad  cuartopoder

Para empezar sólo voy a dedicar un párrafo a mencionar algo que ya es tópico. Vamos hacia una sociedad envejecida (en algunos países estamos ya en ella) con pirámides de población invertidas y en la que habrá que dar un vuelco a los conceptos tradicionales en planeamiento y diseño urbano. Según las proyecciones del INE, la población española de más de 65 años que en la actualidad supone el 18,2% pasaría al 24,9 en el 2029 y al 38,7% en el 2064. Las previsiones de las Naciones Unidas son todavía más espectaculares, situando a España en el año 2050 como el país más envejecido del mundo con la población de más de 60 años superando el 40% del total. En estas condiciones no se puede seguir cerrando los ojos a los importantes cambios que hay que introducir (y no sólo en nuestro país), en los objetivos de diseño y planeamiento urbano, para dar respuesta a los nuevos requisitos que están surgiendo.

Crecimiento de la población de mayores  fgcsic 
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Para que las ciudades de todo el mundo empezaran a conceder a esta cuestión la importancia que merece, la OMS inició en el año 2005 el proyecto de Ciudades Amigables. Se intentaba identificar las principales características a las que debería responder una ciudad con una parte importante de su población formada por personas mayores. Se trataba de proponer un instrumento de evaluación basado en escuchar a los implicados. Desde el principio el proyecto incorporó las bases de lo que se conoce como envejecimiento activo y que responde a tres componentes: salud, participación y seguridad. Aquellos interesados pueden leer el Libro blanco del envejecimiento activo, editado en el año 2011 por el Ministerio de Sanidad español en colaboración con el IMSERSO, y cuya referencia se puede encontrar en las notas finales.

Envejecimiento activo: salud, participación y seguridad  fmds

El proyecto de Ciudades Amigables se presentó en Río de Janeiro en el año 2015 con motivo del Congreso Internacional de Gerontología y Geriatría. Casi de inmediato se sumaron varias ciudades que se reunieron un año después en Vancouver, donde se decidió un sistema, el llamado Protocolo de Vancouver, para evaluar el grado de “amabilidad” de las ciudades con las personas mayores. En esta fase inicial el Protocolo se adoptó por más de treinta ciudades de diferentes características sociales, geográficas y económicas. En todas ellas se realizó una investigación dirigida a oír la opinión personas mayores, suministradores de servicios y cuidadores, en la que se analizaban ocho áreas temáticas. Se estandarizó en una plantilla a la que tenían que ajustarse las ciudades participantes y se analizó posteriormente por un equipo de la OMS.

Guía de ciudades amigables con los mayores OMS

El resultado de este trabajo fue un informe denominado Ciudades globales amigables con los mayores: una guía, publicada en el año 2007 por la OMS y presentada el Día Internacional de las Personas Mayores. Esta guía se puede obtener de forma gratuita en el enlace que figura en las notas finales. Se organiza en los ocho apartados siguientes: espacios al aire libre y edificios; transporte; vivienda; participación social; respeto e inclusión social; participación cívica y empleo; comunicación e información; y servicios de apoyo comunitario y de salud. El IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) hizo una adaptación del protocolo de Vancouver para el caso español, que también se puede obtener de forma gratuita en el enlace que aparece en las notas. La adaptación se ha hecho en base a la consideración de la población rural y a la clasificación de las ciudades en relación a la población.

Uno de los temas críticos es el relacionado con los espacios libres  valleluz

Para las materias que trato en este blog resulta de gran interés, porque permite focalizar los temas en algunos que parecen críticos. Por supuesto que todos los apartados son a considerar a la hora de intentar conseguir ciudades más amigables, pero en este artículo me voy a fijar en los espacios al aire libre. El resto lo dejaré para otra ocasión, aunque también tienen una gran importancia para el planeamiento cuestiones tales como los servicios públicos disponibles, el transporte, el comercio de proximidad o la mezcla social y de usos. Habría que advertir que, en general, el planificar y diseñar ciudades más amigables para los mayores se diferencia poco de hacer una buena planificación sin adjetivos. Probablemente una ciudad planificada bajo estos presupuestos será, en cualquier caso, menos discriminatoria, más inclusiva, sostenible, confortable y ecológica para todos.

El buen planeamiento urbano no debería necesitar adjetivos  geia

Tanto en la Guía de ciudades amigables con los mayores, como en la Lista de control de aspectos esenciales de las ciudades amigables con los mayores que publicó la OMS poco después y que no es nada más que un resumen de la Guía, se especifican (respecto a los espacios libres) once aspectos señalados reiteradamente en todas las encuestas. A continuación voy a tratar, con mayor o menor profundidad, de repasarlos todos. Los lectores del blog notarán que les resultan conocidos y que, para la mayoría de los temas, tengo publicados varios artículos. Pero me ha parecido interesante hacerlo por dos motivos. El primero, verificar los aspectos que corresponden a principios universales válidos para casi todos los casos. Otra cosa es la forma concreta en que estos principios se desarrollen y sobre la que no parece conveniente dar indicaciones generales ya que dependen del contexto específico de que se trate. Y la segunda es ofrecer una visión global del tema que permita situar los campos correspondientes.

Suciedad o pintadas, aspectos negativos informacion

Contar con un entorno agradable y limpio es el primer aspecto que se destaca en todas las encuestas. La belleza del sitio es importante. Pero también se señalan como elementos a considerar la ausencia de perturbaciones tales como ruidos, malos olores, congestión de tráfico, suciedad, basura sin recoger, o pintadas. Una parte importante de estos factores son de mantenimiento, pero otros están directamente relacionados con la planificación y el diseño. En la Guía se recoge el comentario de una persona mayor de Estambul que podría ser aplicable a muchas ciudades: “Te levantas de la cama a las cuatro de la mañana en lugar de a las seis porque hay demasiado ruido afuera”. El ruido es uno de los grandes problemas causados por una mala planificación de la ciudad y, por supuesto, no afecta sólo a las personas mayores ya que está demostrado que produce efectos nocivos en la salud de todos.

Pequeños espacios verdes cercanos  20minutos

El segundo aspecto se refiere a la importancia de los espacios verdes. Como ya hemos dicho tantas veces en el blog, no se trata de grandes espacios verdes, sino de espacios verdes contenidos, cercanos y accesibles. Es decir, de espacios verdes de proximidad. Probablemente la existencia de un espacio verde cercano haga que el barrio sea mucho más adecuado no sólo a los mayores sino también a los niños y, en general, a todos. Se detectan algunos problemas que veremos luego tales como la necesidad de que existan servicios, lugares de resguardo o una mayor seguridad. Pero también es importante que se cuide el uso compartido. Dice un proveedor de servicios de Melbourne: “El hecho de que un parque sea un área de actividades compartido, con bicicletas que pasan zumbando, o patinetas o patinadores, o grandes bestias cuadrúpedas que se abalanzan corriendo, puede ser un factor de limitación para el acceso por una persona mayor”. Por supuesto, esto también afecta al resto de ciudadanos.

El mobiliario no solo hay que colocarlo, hay que mantenerlo  farodevigo

La necesidad de lugares de descanso es también una reivindicación manifestada en casi todas las ciudades. Sin embargo, no es sencillo resolver el problema ya que en muchos casos se denuncia la invasión de estas áreas por grupos intimidatorios que las ocupan y manifiestan comportamientos antisociales. Se trata de un tema muy relacionado con la seguridad ciudadana según veremos más adelante. Habría que añadir la necesidad de que estos lugares estén en situación de confort climático con sombra, soleamiento o resguardo, según sea necesario. Y, por supuesto, con un mantenimiento adecuado. La existencia de lugares de descanso debería tratarse de forma específica en el diseño de las aceras que tendrían, además, que cumplir algunas condiciones: superficie lisa, de poca pendiente y anti-deslizante; ancho suficiente para sillas de ruedas; declives nivelados con la calle; libres de obstrucciones como vendedores callejeros, autos estacionados y árboles; y prioridad de acceso para peatones.

Se reclaman pasos de peatones bien diseñados  blog

Aunque también se podría haber añadido al apartado anterior de aceras amigables, aparece en la Guía de forma separada el problema de los cruces peatonales en algunos casos pensados (como ya he escrito de broma en otros artículos refiriéndome al diseño urbano en general) para “varones caucásicos, de treinta años, en plenas condiciones físicas y de clase media alta”. O, a veces, con prioridad a la circulación rodada, de forma que algunos semáforos están regulados de forma que hay que ser casi un atleta para conseguir atravesar la calle en los tiempos marcados a los peatones. Se señalan como elementos de gran ayuda el uso de semáforos con indicaciones acústicas y luminosas que marquen el tiempo que falta para ponerse rojo. También, el escaso respeto del conductor podría aconsejar el cambio de pasos cebra por semáforos controlados por el peatón con tiempos de espera siempre a su favor e indicados en el propio semáforo.

La importancia de la accesibilidad  ciudadaccesible

Las cuestiones relativas a la accesibilidad son también importantes. A pesar de que en muchos países existe normativa que obliga al cumplimiento de determinados requisitos, la realidad es que se trata de un tema denunciado de forma recurrente en todas las encuestas. Además, básico para una ciudad más inclusiva. Y no sólo relativo a las personas mayores sino a cualquier grupo de edad. En nuestro país resulta realmente curioso el incumplimiento, en algunos casos sistemático, de la normativa tanto estatal como autonómica sobre accesibilidad a pesar de las denuncias de las organizaciones implicadas. Y no sólo en la ciudad ya construida antes de la aprobación de estas leyes, sino también en proyectos actuales que se están ejecutando en estos momentos. El tema está también muy relacionado con el del transporte, que se aborda en otro apartado de la Guía y que hoy no voy a tratar.

Seguridad objetiva, pero también subjetiva, en el espacio público  larioja

Y llegamos a uno de los apartados importantes para un envejecimiento activo ya que facilita que los mayores salgan de sus casas, anden, hagan deporte y se relacionen: un entorno seguro. Seguridad en todos los aspectos. Así, algunas ciudades mencionan zonas libres resguardadas para terremotos, o aceras que permitan andar sin tropiezos, o carriles bici separados. Pero también seguridad ciudadana. Dice un habitante de Tuymazy: “Nosotros ya no salimos de noche. Yo no salgo a ningún lado, te pueden matar”. Sin llegar a esos extremos, y a pesar de que exista una cierta seguridad objetiva es imprescindible que las personas que salgan a la calle se sientan seguras. Es decir, que exista seguridad subjetiva. Para la Guía trata de un elemento fundamental que hace posible un envejecimiento activo, al permitir que las personas mayores usen el espacio público, caminen de forma regular y se relacionen con otras.

Carriles bici separados de las aceras  cyclingmadrid

También se señala el interés de que existan senderos peatonales y carriles específicos para bicicletas. En general, los ciclistas se consideran un peligro para las personas mayores y se proponen vías separadas para ellos. Pero, sobre todo, se destaca la necesidad de accesibilidad a estas sendas con lugares adecuados para sillas de ruedas y que los caminos presenten una superficie lisa y regular. Respecto a los edificios amigables con los mayores me voy a detener también poco ya que entiendo es una cuestión más arquitectónica que urbanística, pero las características generales que se enumeran son las siguientes: ascensores; escaleras mecánicas; rampas; pasillos y entradas anchas; escaleras adecuadas (no demasiado altas ni empinadas) con barandillas; pisos anti-deslizantes; zonas de descanso con asientos cómodos; señalización adecuada; baños públicos con acceso para discapacitados.

Baños públicos de pago ¿gratis con carnet de mayores?  dnevnik

Los dos últimos apartados se refieren a la necesidad de contar con baños públicos adecuados y que se provean servicios especiales para clientes, como filas o mostradores separados para personas mayores. El tema de los baños públicos es uno de los más mencionados aunque difícil de resolver. Respecto a la cuestión de que en los comercios existan servicios especiales para mayores probablemente necesite una regulación legal que lo obligue. Todas estas cuestiones se recogen en la Lista de control de aspectos esenciales de las ciudades amigables con los mayores. Reproduzco de la lista, en una nota final, los aspectos relacionados con los espacios libres, para que el lector tenga una visión global de los elementos críticos que se pueden verificar de forma sencilla. Probablemente si el proyecto supera el chequeo será adecuado, no sólo para personas mayores sino, también, en general, para todos.

A veces hay que obligar a las empresas a cumplir  plataformaurbana

Conseguir ciudades más inclusivas pasa, probablemente, por conseguir ciudades pensadas no para los casos más favorables sino, precisamente, para los más desfavorables. Es decir, considerando aquellos colectivos con exigencias más críticas. Entre otros, las mujeres, los niños o las personas mayores, deberían ser la referencia. Estos últimos van a tener cada vez una mayor presencia numérica y, si consiguen superar su propio estereotipo como grupo, mayor influencia política y mediática. Este tema de los estereotipos que aparece muy claramente tratado en el artículo de Rocío Fernández-Ballesteros incluido en el Libro blanco sobre envejecimiento activo, es básico para entender las diferencias entre los estereotipos culturales, individuales y del propio grupo como tal. La necesidad de cambiar la imagen que tiene de si mismo el colectivo de personas mayores, altamente negativa en la actualidad, es la base para conseguir una mayor presencia y conseguir reivindicaciones hasta el momento atendidas en escasa medida.

Red española de ciudades amigables  imserso 
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Para terminar me gustaría decir que bastantes ciudades españolas pertenecen a la Red de Ciudades Amigables y que algunas de ellas están trabajando para conseguir que su ciudad esté mejor adaptada a las necesidades de las personas mayores. Entre los muchos casos que podría reseñar, sólo me voy a referir a dos. El ayuntamiento de Zaragoza, que tiene aprobado un plan de acción 2014-2017 con 25 propuestas de diagnóstico y un proceso de elaboración con una serie de ejes concretos. Madrid también ha presentado, a finales del año pasado, un documento titulado Madrid, ciudad amigable con las personas mayores, donde se describen, en relación con el Protocolo de Vancouver, ocho áreas de investigación y las propuestas de mejora consiguientes. Parece que, por lo menos, empieza a abrirse paso la conciencia que es necesario cambiar algunas cosas. El problema es que todavía estamos en el terreno de las intenciones que, casi siempre, se quedan en generalidades. Por ejemplo, en el documento del Ayuntamiento de Madrid puede leerse la necesidad de “aumentar la seguridad/vigilancia en los parques”. Loable deseo que me gustaría saber cómo, cuándo, y de qué forma, se va a conseguir.



Nota 1. Documentos a que se hace referencia en el artículo y enlaces para conseguirlos de forma gratuita.
  • La nota de prensa del Instituto Nacional de Estadística de donde he reproducido los datos del segundo párrafo puede encontrarse aquí. Y los relativos a la población mundial en este enlace sobre Population Ageing and Development de la ONU.
  • El Libro Blanco del Envejecimiento Activo puede obtenerse en este enlace.
  • El Protocolo de Vancouver aquí. Y la adaptación al contexto español del IMSERSO en este enlace.
  • El documento Ciudades globales amigables con los mayores: una guía, en este enlace.
  • La Lista de control de aspectos esenciales de las ciudades amigables con los mayores de la OMS basada en el Protocolo de Vancouver en este otro enlace.
  • El Plan de Acción 2014-2017 de Zaragoza puede conseguirse aquí.Y la publicación Madrid, ciudad amigable con los mayores en este enlace.

Nota 2. La revisión a realizar de todo proyecto de espacio público, según la Lista de control de aspectos esenciales de las ciudades amigables para mayores de la OMS respecto a los espacios al aire libre y edificios, debería incluir los puntos siguientes:
  • Las zonas públicas son limpias y agradables.
  • Los espacios verdes y asientos al aire libre son suficientes en número, están bien mantenidos y son seguros.
  • Las aceras presentan buen estado de mantenimiento, están libres de obstrucciones y están reservadas para los peatones.
  • Las aceras son anti-deslizantes, son suficientemente anchas para sillas de ruedas y presentan cordones en desnivel hasta el nivel de la calle.
  • Los cruces peatonales son suficientes en número y seguros para personas con diferentes niveles y tipos de discapacidad, con marcaciones anti-deslizantes, señalización visual y auditiva, y tiempos de cruce adecuados.
  • Los conductores ceden el paso a los peatones en las intersecciones y los cruces peatonales.
  • Los carriles de bicicletas están separados de las aceras y demás caminos peatonales.
  • La seguridad al aire libre es fomentada mediante buena iluminación en las calles, patrullas policiales y educación comunitaria.
  • Los servicios están ubicados en forma agrupada y son accesibles.
  • Se proveen servicios especiales para clientes, como filas o mostradores de servicio separados para personas mayores.
  • Los edificios están correctamente señalizados afuera y adentro, poseen suficientes asientos y baños, ascensores accesibles, rampas, barandas y escaleras, y pisos anti-deslizantes.
  • Los baños públicos externos e internos son suficientes en número, están limpios, presentan buen estado de mantenimiento y son accesibles.