martes, 3 de julio de 2018

Un Piano desafinado

Llevo más de un año evitando escribir este artículo pero, por fin, me he decidido a hacerlo. En caso de que alguien lo esté leyendo es que, además, me he decidido a publicarlo. La primera vez que vi el Centro Botín de Santander casi terminado ya me pareció que aquello no era lo que me esperaba de Renzo Piano, uno de mis arquitectos más queridos. Impresión que se confirmó cuando, dos o tres meses después de inaugurado, estuve en Santander a unas Jornadas organizadas por el Colegio de Arquitectos. Pero me trataba de convencer de que aquello era una falsa impresión y que, en realidad, necesitaba un tiempo para asimilarlo. Mi decepción no estaba en los espacios, ni en las extraordinarias vistas de la bahía desde las plataformas exteriores o los maravillosos ventanales interiores. No, mi decepción tenía que ver con la violenta modificación que introducía en el paisaje urbano del frente marítimo de la ciudad.

Santander, Centro Botín desde el mar  elplural