La seguridad objetiva se abordó recogiendo en un SIG dos tipos de fuentes. En primer lugar se georreferenciaron las incidencias en las que intervino la policía municipal durante el período 2003-2006. Esta información fue proporcionada por el CISEM (Centro Integrado de Seguridad y Emergencias de Madrid) y se representa sin agrupar, y agrupada en Distritos, Barrios y Secciones Censales. En segundo lugar las estadísticas oficiales de Seguridad de la Delegación de Gobierno, aunque los datos sólo fue posible obtenerlos agregados por distritos.
El Atlas también incorpora la Primera Encuesta de Victimización realizada en Madrid en el año 2006 que cubre el aspecto de la seguridad subjetiva.
Por último se realiza un ejercicio de diseño urbano seguro cambiando la configuración de un parque y una plaza de la ciudad (elegidos por el alto número de incidencias con intervenciones policiales que se producen en ellos) con los criterios que proporciona el método CPTED (Crime Prevention Through Environmental Design). Este trabajo se planteó a modo de ejemplo, más para ilustrar una metodología que para hacer un proyecto efectivo. Esto es así porque la metodología no está adaptada a Madrid, porque no se discutieron otras posibilidades alternativas y porque el único criterio utilizado fue el de la seguridad. A pesar de todo los cambios se discutieron en una reunión conjunta entre policías y arquitectos de la que resultó una configuración modificada.
Estamos ante el primer paso de un trabajo que se supone permanente. En realidad el Atlas no es nada más que la concreción en un momento temporal específico del mapa de la criminalidad madrileña. Un ejemplo de lo que se puede hacer con los modernos sistemas de información geográfica. En el futuro estos datos se tendrán en tiempo real y permitirán realizar consultas que sirvan para una adecuada planificación policial (por ejemplo: recorridos de las patrullas motorizadas o a pie; establecimiento de prioridades en la asignación de dotaciones, etc.).
Tampoco ha sido posible en este Atlas establecer correlaciones entre las variables urbanísticas y las incidencias registradas. Probablemente sea este el segundo gran tema de investigación que aborde el Observatorio. Lo único que se incluye, también a modo de ejemplo, son algunas variables urbanísticas del barrio de Embajadores. Cuando se termine esta segunda etapa estaremos en condiciones de preguntarnos (entre otros) por el significado de conceder una licencia para un bar en una zona de copas.
Ejemplos de correcciones a realizar y planta modificada
Pinchando en las imágenes pueden verse a mayor tamaño
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En paralelo al establecimiento de correlaciones, sería necesario plantear la realización de manuales de diseño seguro (de arquitectura, de diseño urbano y de planeamiento) que sirvieran de referencia a los profesionales para desarrollar su labor introduciendo también criterios de seguridad en sus planes y proyectos.
Lo cierto es que en la presentación, tanto en la exposición como en las preguntas, se abordaron temas bastante interesantes que iré trayendo a este blog. Para terminar simplemente mencionaré algunas conclusiones de la exposición que hice sobre el diseño ambiental seguro (que ahora no tengo tiempo de argumentar) y que también iré ampliando poco a poco.
a) La gestión del riesgo no es una cuestión exclusivamente técnica sino también social.
b) La prevención de la delincuencia no puede provenir tan sólo de la represión o de los sistemas de vigilancia total de la actividad individual (tipo panóptico de Jeremy Bentham), sino que debe fundamentarse en acciones sociales positivas. El diseño ambiental seguro no es más que un instrumento (ni el más importante ni, probablemente el más efectivo) de ayuda en esta prevención.
c) El diseño seguro, tanto urbano como arquitectónico, parece que reduce de forma objetiva la criminalidad circunstancial (aquella que aparece con la ocasión, pero si no existe ocasión no se produce), ayuda a reducir los demás tipos y aumenta notablemente la percepción de seguridad incrementando de forma espectacular la calidad de vida de los ciudadanos a un coste muy bajo.
d) El paso de la civilidad a la individualidad ha traído consigo dificultades evidentes en la aplicación de determinados principios del CPTED como la vigilancia natural, al desvincularse el individuo de lo colectivo. En las sociedades más avanzadas no es posible confiar la seguridad basándose exclusivamente en el control social. Esta actitud hace recaer toda la responsabilidad sobre los profesionales encargados de la vigilancia al desentenderse el individuo de todo aquello que no le afecte de forma directa.
e) La inseguridad es una característica distintiva de la sociedad moderna y es imposible reducirla a los niveles mínimos, hay que conformarse con niveles aceptables.
f) La planificación y el diseño seguro son, sencillamente, instrumentos que permiten diversificar los métodos de prevención ya que las actuales políticas de seguridad tienden a ir abriendo cada vez más los campos en los que se mueven, desde la prevención represiva tradicional hasta las formas semióticas más modernas.
g) La forma y estructura de las áreas urbanas tiende a aumentar tanto la inseguridad social objetiva como la subjetiva. Sobre todo esta última, ya que la segregación espacial tal y como se está produciendo tanto en la interfase periférica fragmentada como en el interior más compacto, da lugar a que el individuo no se encuentre cómodo fuera de sus nichos socio-territoriales.