Con este epígrafe de su libro Valoración del paisaje natural es como denominaron Antonio López Lillo y Ángel Ramos, hace ya más de cincuenta años, a aquellos paisajes hacia los que se desplazan los urbanitas “con periodicidad semanal o anual al campo y a la naturaleza primitiva”. Llegaron a este apartado después de haber explicado los tres primeros: la naturaleza en el interior de la ciudad, las áreas agrícolas y la naturaleza inalterada (o “cuasi” inalterada). Pretendían con ello, indicar la necesidad de los habitantes de las ciudades de tener un contacto, aunque fuese mínimo, con la naturaleza en lugares adecuados para ello. En muchos aspectos se anticiparon a las propuestas de Louv sobre el trastorno por déficit de naturaleza, o de la dosis mínima de naturaleza accesible a toda la población de Shanahan. Incluso, a los planteamientos biofílicos de Wilson de 1984. Me pareció interesante titular este artículo con el nombre del epígrafe que utilizaron López Lillo y Ramos para designar a este tipo de paisajes.
EL BLOG DE JOSÉ FARIÑA
URBANISMO, TERRITORIO Y PAISAJE
domingo, 3 de enero de 2021
jueves, 3 de diciembre de 2020
Dudas, dudas, dudas...
martes, 3 de noviembre de 2020
Releyendo "La buena forma de la ciudad"
Debo confesar mi desánimo en estos momentos de Covid19. No por la actual pandemia (aunque también) sino porque me ha hecho pensar que esta situación es probable que se repita muchas veces en el futuro y, lo que es peor, con otros virus más contagiosos y letales que el que nos asola hoy. Y que es probable que todas las bases sobre las que descansan nuestras certidumbres actuales sobre el diseño y organización de ciudades y territorios tengamos que replantearlas con mucha rapidez y casi sin tiempo a meditar ni a discutir. Entonces, como una forma de evadirme de tanto pensamiento negativo y salir de la melancolía propiciada por no estar prácticamente en contacto con la gente más que a través de una pantalla, he pensado que el artículo de hoy se lo debía dedicar a algún clásico. Rápidamente pensé en Kevin Lych, uno de mis maestros favoritos, y en su libro El lenguaje de patrones. Pero luego me di cuenta de que era demasiado “arquitectónico” y que sería mejor escribir sobre La buena formar de la ciudad.
sábado, 3 de octubre de 2020
Territorio rural, vida urbana
De los trabajos de mi tesis doctoral ©jfariña
jueves, 3 de septiembre de 2020
Urbanismo táctico: Logroño, por ejemplo
Los dos meses anteriores los he dedicado a tratar de razonar sobre la necesidad de cambiar el modelo urbano actual y enfocar este cambio hacia la llamada ciudad de cercanía. He recibido muchos correos (algunos casi indignados) diciendo que todo esto es muy bonito pero que, la realidad es la que es, y que el coste del cambio es tan grande que hace inviables este tipo de propuestas. Independientemente de que no estoy de acuerdo con la afirmación de que el coste del cambio sea mayor que el intentar que las cosas sigan igual, resulta que se pueden proponer medidas muy baratas, sencillas e incluso reversibles, que encaminen el nuevo urbanismo en la dirección adecuada y que permitan, además, ensayar. Estas pequeñas acciones, posibles y asequibles que se caracterizaban por su gran capacidad de transformación del entorno urbano, suelen acogerse bajo el nombre de “urbanismo táctico”.