lunes, 3 de junio de 2024

Crisis climática, adaptar las ciudades ya

En el año 2015 se publicó un libro, en cuya redacción colaboré, titulado Medidas para la mitigación y la adaptación el cambio climático en el planeamiento urbano. Guía metodológica. Ya entonces poníamos de manifiesto en esta publicación la necesidad de atender a un factor nuevo (el cambio climático, ahora crisis climática) que había irrumpido con bastante fuerza. Ya en aquel momento eran necesarios cambios, no solo en los objetivos a conseguir en lo que se refiere al planeamiento urbano, sino también en las metodologías a utilizar y en las herramientas necesarias. Además, se diferenciaban claramente las llamadas “medidas de adaptación” a las nuevas condiciones, de aquellas otras “de mitigación” que estaban más bien encaminadas a disminuir el problema o a que no se agravara todavía más.

Fragmento de la portada del libro

Y es que, así como las medidas de mitigación (normalmente basadas en planteamientos locales aunque habían de ser adoptadas de forma global) podían ser objeto de reticencias por parte de la población, las de adaptación deberían ser incuestionables porque eran necesarias ya, y no pensando en un futuro más o menos lejano. Hasta cierto punto es comprensible que, si me estoy sacrificando para que no aumente la temperatura global los demás hagan lo mismo. Si yo lo hago pero mi vecino (persona, región o país) no lo hace, y obtiene un beneficio derivado de lo que yo haga, algo no funciona. Pero es que no hay otra forma de revertir la crisis climática en la que nos encontramos. Aunque hoy voy a hablar de medidas de adaptación era imprescindible dedicar, por lo menos, estos párrafos a decir que no son suficientes.

Del artículo del diario "El País"

Uno de los problemas, que ya planteé en un artículo publicado en el diario El País y titulado “Urbanismo táctico para adaptar las ciudades a la crisis climática”, es que la forma tradicional de adoptar decisiones en el planeamiento urbano no sirve en la situación en la que nos encontramos. Aunque sería más adecuado decir que es insuficiente ya que es necesario acompañarla de otras complementarias. La planificación urbana atendía a la evolución previsible de una serie de variables para conseguir que la ciudad creciera sin desajustes, o con los menores desajustes posibles. También, últimamente, incluso en algunos casos consideraba su decrecimiento. Para ello se recurría a la evolución del empleo, los movimientos migratorios, las tensiones inmobiliarias… y en el caso de las variables de la naturaleza (entre otras) las estadísticas de clima, estado de la fauna o la flora… o riesgos previsibles.

Evolución de las precipitaciones en Madrid  acuademia
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Pero la situación actual hace que la evolución de una seria de factores derivados de la crisis climática sea poco predecible. Y las respuestas ante los mismos todavía menos. Es necesario plantear métodos distintos y complementarios de abordar el problema. Una propuesta posible sería la derivada del llamado urbanismo táctico que se empieza ya a utilizar como sistema de prueba y error en algunas ciudades. Decíamos en el artículo citado anteriormente que, “sería imprescindible seguir las propuestas del urbanismo táctico: modificaciones pequeñas, baratas y reversibles”. Esto es así debido a que la evolución futura de las variables climáticas no es demasiado previsible y, probablemente, sea necesario cambiar algunas de las cosas decididas e, incluso, ejecutadas. También hablábamos de unas Oficinas de Adaptación que pudieran ir estudiando los cambios en tiempo real y la evolución de las soluciones adoptadas.

Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático

En España, el año 2020, se publicó por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el “Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030”. Posteriormente, y como desarrollo del mismo, el Programa de Trabajo correspondiente a los años 2021-2025, tal y como se especificaba en la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética. En dicho programa se detallan las medidas previstas y las prioritarias. También se plantea la necesidad de identificar las organizaciones responsables de su desarrollo, así como las colaboradoras que sean necesarias. Otra parte importante del texto esta dedicada a los indicadores de cumplimiento que hagan posible su seguimiento y evaluación. Vemos, por tanto, que no se trata de una cuestión baladí o de menor importancia, sino que es un tema clave desde el punto de vista de la planificación tanto territorial como urbana.

Adaptación al clima  unorg

Por supuesto el problema también se plantea internacionalmente. Así, en la página de las Naciones Unidas titulada Acción por el Clima puede leerse: “El cambio climático está aquí. Además de hacer todo lo posible para reducir las emisiones y frenar el ritmo del calentamiento global, debemos adaptarnos a las consecuencias del clima para poder protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades. Las consecuencias varían según el lugar donde se viva. Puede significar incendios o inundaciones, sequías, días más calurosos o más fríos o el aumento del nivel del mar.” Es evidente que, así como las medidas de mitigación pueden proponerse de forma más general, las de adaptación son mucho más dependientes del sitio.

CityAdapt, zanjas infiltración para reducir inundaciones
San Salvador, colaboración ONU 
cityadapt


Pero también hay que abordar el problema atendiendo a ámbitos mayores. En la misma página, un poco más adelante y bajo el epígrafe “Prepararse para los grandes cambios” puede leerse: “Dada la magnitud del cambio climático, y el hecho de que afectará a muchos ámbitos de la vida, la adaptación también debe producirse a gran escala. Nuestras economías y sociedades en su conjunto deben ser más resistentes a los impactos climáticos. Esto requerirá esfuerzos a gran escala, muchos de los cuales serán organizados por los gobiernos.” De todas formas, y en lo que respecta al artículo de hoy relativo a las ciudades, la mayor parte de las medidas de adaptación serán de carácter local. E incluso a veces será imposible la adaptación. Dice más adelante: “Algunas comunidades pueden incluso verse obligadas a trasladarse a nuevas ubicaciones porque será demasiado difícil adaptarse.

En algunos casos habrá que trasladarse a otros lugares  ambientum

En el libro citado al comenzar este artículo ya mencionábamos que era imprescindible partir de los efectos principales a considerar como: “el aumento de las temperaturas, la elevación del nivel del mar, las lluvias torrenciales, la sequía, la alteración y extinción de especies y los incendios forestales y, a su vez, considerados éstos efectos como causas primarias, sus principales impactos sobre los ecosistemas urbanos”. Por supuesto que estos impactos serían distintos según las zonas por lo que era imprescindible establecer una tipología de ciudades. Dicha tipología estaba basada en las regiones climáticas españolas, el tamaño del municipio y sus actividades predominantes, y los documentos de planeamiento con lo que se estuviera trabajando. Y luego, en función de su encaje, se analizarían los impactos sobre la ciudad.

Barcelona, isla de calor  tiempo
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En general, los impactos más importantes serían debidos al aumento de la temperatura. Entre ellos destacaríamos: nuevas e importantes afecciones sobre la salud de las personas, incremento del efecto “isla de calor”, mayores necesidades de sombra y de riego, aumento de los períodos de inversión térmica lo que implica mayores cantidades de contaminación y evaporación del agua en estanques o embalses. Pero, además, otros como la elevación del nivel del mar significa mayores inundaciones en zonas urbanas costeras y (efecto importante en España) pérdida de zonas de playa. También, aunque parezca contradictorio, las lluvias torrenciales se alternarán con fuertes sequías, con el peligro de desertificación consiguiente, problemas de abastecimiento e inundaciones. De forma complementaria habría que tener previsto un aumento y virulencia de los incendios forestales y la alteración y extinción de especies.

El cambio climático hace posible la aparición de
incendios forestales de sexta generación
  bbc


Como puede verse el panorama no es precisamente tranquilizador. Va a ser necesario tomar medidas urgentes porque todos estos efectos aparecen ya en muchas ciudades que, hasta el momento, no se han preparado para ello. Resulta imprescindible empezar a planificar la adaptación a las nuevas condiciones que trae consigo el cambio climático. Para ello habría que partir de un análisis de riesgos e impactos algo diferente al tradicional. Probablemente la metodología más adecuada sería la de una serie de escenarios derivados de estudios sectoriales realizados en territorios más amplios tratando de descender al ámbito urbano mediante estudios específicos para cada variable considerada. También habría que proponer una serie de indicadores que nos permitieran ir estudiando la evolución de cada una.

Cambio climático y migraciones masivas  bancomundial

Estamos ante un momento crítico en el que resulta imprescindible tomar medidas. Hay que adaptar nuestras ciudades a las nuevas condiciones sabiendo que las mismas van a afectar (están afectando) a la forma de vida, a la salud, a la economía e, incluso a temas tan aparentemente alejados como los demográficos. Efectivamente, se piensa que las migraciones desde zonas más desfavorecidas a las "más favorecidas" van a ser muy importantes, incidiendo sobre numerosos factores aparentemente ajenos a las mismas. En cualquier caso, hay dos cuestiones prioritarias: que la gente tenga claro que todo va a cambiar y la creación de algún tipo de organismo (por ejemplo, una Oficia de Adaptación) que se encargue de planificar los cambios, controlar su evolución e informar a la ciudadanía de todo ello.    

Educación e información, base de la participación  elblog

Respecto a la implicación de la gente también lo planteábamos en el libro citado al comienzo mediante dos medidas marco. La primera: comunicación y concienciación. Y la segunda: participación ciudadana. Ambas, de forma conjunta, darían lugar a una participación real, no demagógica. Decíamos en la publicación mencionada que se debería de: “Fomentar la toma de conciencia ciudadana sobre los problemas del cambio climático mediante la realización de actividades y campañas de comunicación y formación asociadas a los procesos de planificación ambiental y urbanística”. Se trata de un tema crítico sobre el que habría que empezar ya a trabajar. Probablemente sería una de las primeras actividades de la propuesta Oficina de Adaptación. En cualquier caso, esta cuestión ya no se puede demorar más. Como hemos dicho tantas veces: de lo contrario, mucha gente va a sufrir mucho. 
 
 


Nota 1.-El libro “Medidas para la mitigación y la adaptación al cambio climático en el planeamiento urbano. Guía metodológica” editado por  la Federación española de Municipios y Provincias (FEMP) Red española de Ciudades por el Clima y publicado en el año 2015 puede conseguirse gratuitamente en este enlace.

Nota 2.-El artículo titulado “Urbanismo táctico para adaptar las ciudades a la crisis climática” publicado en el suplemento Planeta Futuro del diario El País puede leerse en este enlace.
Nota 3.-El “Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030” editado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el año 2020, así como el Programa de Trabajo 2021-2025, pueden conseguirse en este enlace.

Nota 4.-La página web de Acción por el Clima de Naciones Unidas es esta. Y la de Adaptación al Clima esta otra.