jueves, 8 de septiembre de 2011

Paisaje rural y arquitectura popular

Hace unos días hice una pequeña excursión desde Madrid a los llamados Pueblos Negros, un conjunto de aldeas situadas en el entorno de la sierra del Ocejón en la provincia de Guadalajara (España). El nombre alude al tono obscuro y bastante peculiar producido por la pizarra, material utilizado mayoritariamente en la construcción de sus edificios. No es mi intención describir detalladamente sus formas, estética o elementos funcionales característicos ya que no soy un especialista en arquitectura popular (o vernácula, según los autores) pero su visita me ha llevado a replantearme algunas cosas respecto al paisaje rural, su significado y su conservación. Temas sobre los que sí llevo trabajando bastantes años e íntimamente relacionados con el patrimonio cultural. Tampoco voy a entrar en la polémica planteada hace unos años cuando la Junta subvencionó con bastante dinero a los propietarios que aceptaran rehabilitar los viejos edificios respetando las formas y materiales tradicionales. Pasó de todo. Protestas, plantes e incluso dimisiones de alcaldes. He procurado no hacer sangre con algunas de las “reparaciones respetuosas con la tradición” que se han hecho, y sólo he incluido unos pocos ejemplos “curiosos”. Todas las fotos que ilustran el artículo las hice en Majaelrayo, Robleluengo, Campillo de Ranas y Roblelacasa, procurando fijar la mirada en lo que entendía más auténtico (aparte las excepciones mencionadas).

Campillo de ranas, arquitectura y lugares colectivos