Para aquellos que no conocen el tema trataré de describirlo lo más rápidamente posible. Cuando terminó la Expo 2008 el Alcalde anunció su intención de optar para el año 2014 a una exposición internacional dedicada al paisaje, la horticultura y el medio ambiente. Al principio no se sabía demasiado excepto que a los Organismos Internacionales les parecía bien la idea pero el BIE (Oficina Internacional de Exposiciones) en el momento en el que escribo estas notas todavía debe darle la calificación correspondiente. El problema era la financiación. Después de haber contribuido de forma significativa a la Expo 2008 el Estado Español no parecía que fuera a realizar una aportación significativa para el nuevo evento y la Comunidad ha acogido la idea de forma más bien tibia. A pesar de las últimas noticias sobre el apoyo del Estado va a ser complicado que en unos momentos de crisis como los actuales (y ante las peticiones de otras ciudades) ayude económicamente de forma significativa. En estas condiciones la única solución pasa por obtener dinero a partir del urbanismo, casi la única fuente de financiación de los Ayuntamientos. En la zona oeste de Zaragoza existe una gran extensión de terreno destinada a huertas. Es la llamada huerta de Las Fuentes situada en una curva del Ebro entre el tercer y el cuarto cinturón. Dado que esta zona constituye uno de los bordes de la ciudad se pensó en actuar en ella.
No quiero ser malpensado y voy a suponer de buena fe que el proceso fue el descrito en el párrafo anterior, a pesar de que algunos opositores al proyecto entienden que, en realidad el proceso fue el inverso. Es decir, que primero se pensó en actuar en la huerta y luego se buscó la disculpa de la exposición internacional. De cualquier forma el resultado es el mismo: cambiar las determinaciones del Plan General de forma que se puedan edificar viviendas para obtener las plusvalías necesarias con las que pagar la exposición y, probablemente, algo más. En suma, una recalificación del suelo pura y dura. Para poder entender la situación voy a tratar de describir un poco la zona. Se trata de unas 330 hectáreas de uno de los últimos terrenos de huerta que quedan en Zaragoza. Como puede comprenderse se trata de un suelo muy rico desde el punto de vista agrícola y que, además, al estar en la llanura de inundación del Ebro sufre avenidas periódicas que con la utilización actual no suponen mayor problema (aunque probablemente con otro tipo de usos habría dificultades). La exposición se piensa que ocupará unas 60 hectáreas de las que 40 estarán en la huerta de Las Fuentes y las veinte restantes en Vadorrey, junto al Gállego.
Según el plan general la zona está sometida a diversos grados de protección. En general se pueden distinguir tres áreas principales. En primer lugar el llamado “Soto de Cantalobos” que ocupa el lugar más cercano al río. De alto valor ambiental está incluido en la Red Natura 2000 como LIC (Lugar de Interés Comunitario) sotos y mejanas del Ebro. Ocupa alrededor de 30 hectáreas y, desde mi punto de vista, su supervivencia es un milagro al estar tan cercano a la ciudad. En segundo lugar están los llamados “Cauces y Canales” que se encuentran al lado del soto. Sus 120 hectáreas gozan en el Plan General también de un alto grado de protección estando prohibido (lo mismo que en el Soto) edificar.
El tercer grado de protección corresponde al llamado “Espacio de transición al Ebro” con unas 170 hectáreas y que admite (según el articulo 6.3.23 del Plan General) la edificación de equipamientos públicos y en el que está previsto su desarrollo mediante planes especiales de protección, catalogación, conservación y mejora de los espacios naturales, del paisaje, del medio físico rural y del medio urbano y sus vías de comunicación. Su objetivo es proteger y potenciar el medio natural, con la posibilidad de actuaciones de interés público que contribuyan a la protección conservación y mejora de los espacios agrícolas. Luego, más adelante, puede leerse en el mismo artículo apartado segundo que: “a través de estos planes especiales se regularán las condiciones para el establecimiento, en todo o en parte, de zonas verdes públicas, parques rurales y equipamientos comunitarios, deportivos y culturales de interés público que contribuyan al desarrollo de estos espacios abiertos”. Por tanto se supone que la construcción de viviendas con las que se pretende “cerrar la ciudad” por esta parte, quedaría excluida de la vocación de estos territorios.
Porque para conseguir el dinero necesario para la exposición habría que recalificar 130 hectáreas, la mayoría situadas en la huerta de Las Fuentes (y en este espacio de transición al Ebro), con objeto de posibilitar la edificación de unas 10.000 viviendas. Con esta operación, mediante Convenio con los propietarios, el Ayuntamiento espera obtener, como mínimo, los 100 millones de euros necesarios financiar la exposición. De las 10.000 viviendas a construir alrededor del 50% serían de protección. De estas le corresponderían al consistorio por cesión unas 3.000 cuyos rendimientos también habría que destinarlos al mismo objetivo. Por último, con los beneficios, el Ayuntamiento también espera hacerse con el Soto y parte de su entorno. Para conseguir todo esto sería imprescindible, por supuesto, modificar el Plan General para quitar la protección de los terrenos necesarios para realizar las viviendas ya que, en la situación actual (como hemos visto), esto es imposible. La pretensión es hacerlo mediante una modificación puntal ya que, una revisión no habría tiempo material de redactarla y aprobarla. Aún así, si se pretende hacerlo mediante Convenio calculo que serían necesarios entre siete y diez años para llevar a cabo las actuaciones. Esto significa que el Ayuntamiento tendría que obtener financiación de forma que los bancos le adelantaran el dinero mediante un acuerdo sobre aprovechamientos futuros.
La ordenación propuesta, del Heraldo de Aragón del 07/04/2009
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Vista la situación me gustaría hacer algunos comentarios. Los primeros acerca de la exposición en sí y los segundos referidos a la forma de financiación de la misma. Los grandes eventos como Exposiciones Internacionales, Olimpiadas y otros, siempre han sido dinamizadores de la vida de las ciudades. Y lo han sido por muchas causas: por atraer un gran volumen de inversión, por posicionar a la ciudad entre sus competidoras, por la ilusión y orgullo colectivo que proporciona a sus habitantes… Pero también supone un gran esfuerzo ciudadano y, normalmente, después viene un período de acomodación a la vida cotidiana que trae consigo un cierto bajón en el pulso urbano. Anteriormente ya algunas ciudades (por ejemplo Barcelona) han intentado prolongar el impulso recurriendo a otros eventos similares aunque de inferior categoría. Esto nunca ha salido bien. Primero porque el dinero no fluye como en el caso de gran evento (por ejemplo, el Estado se niega a seguir subvencionando a una ciudad en la que ya ha invertido mucho respecto a otras que no han recibido nada). Además porque los habitantes no se sienten identificados con “la segunda parte” al compararla con la primera. Pero, sobre todo, porque la ciudad necesita un tiempo para poder "digerir" todo lo que ha traído consigo esa gran transformación de la vida urbana. Por tanto, aparentemente, no parece una buena idea acometer una actuación de este tipo.Señalar en la imagen para verla más grande
A pesar de todo se puede intentar dinamizar el pulso de la ciudad por vías parecidas. Madrid lo ha hecho convirtiéndose en ciudad de ferias y exposiciones sin que ningún evento de carácter extraordinario se haya celebrado en ella. No se trata de grandes exposiciones ni de grandes ferias pero hay muchas. Lo que sí parece imprescindible es que la ciudad acomode su vida cotidiana a la realidad y aproveche todo ese caudal de recursos, ideas y complejidad que trae consigo un evento como la Expo 2008. Pocas ciudades lo han hecho (Sevilla es un caso paradigmático de lo que no se debe de hacer) y resulta imprescindible si no se quiere que toda esta riqueza se pierda. Francamente pienso que Zaragoza en lugar de estar dividida por una polémica estéril como la que me ha llevado a escribir este artículo, debería de estar pensando a toda presión como sacarle rendimiento a lo sucedido en la ciudad que ha sido muy importante. Mediante un plan estratégico o cualquier sistema parecido, ya que lo que se ha planteado sobre su conversión en Parque Empresarial, Centro de Investigaciones y Museos más bien parece una propuesta “para salir del paso” (ojala me equivoque).
Aún en el supuesto de que se decida llevar adelante la exposición (a veces estas cosas funcionan aunque racionalmente parezca que no lo van a hacer) habría que buscar un lugar adecuado. Porque la huerta de Las Fuentes parece claramente inadecuado. Las razones son muchas pero voy a tratar de centrarme en las que considero de más interés. La más importante es que se trata de un terreno agrícola. Y los terrenos agrícolas deberían ser sagrados frente a la urbanización. Uno de los mayores errores que se han cometido en la extensión de muchas de nuestras ciudades (por ejemplo en Madrid pero también en Barcelona, en Sevilla o en Valencia) es cementar los suelos productivos. Habiendo tantas hectáreas y hectáreas de suelo libre de escasa productividad ¿por qué ese empeño en machacar suelos que, probablemente han tardado cientos de años en formarse? Ello con independencia del abandono en que puedan encontrarse o que la agricultura esté en evidente regresión por diferentes causas. Si un suelo de alta productividad se abandona por la agricultura (cosa que habría que intentar impedir a toda costa) hay que reforestarlo. Nunca urbanizarlo. Y hay que subvencionar esta reforestación por lo menos en la misma medida que se hace con la agricultura. Porque necesitamos sumideros de contaminación y áreas de naturaleza que equilibren la entropía de la que se deshacen las áreas urbanizadas.
Así, en la últimas propuestas sobre ciudades sostenibles ocupan un lugar muy importante las áreas agrícolas en continuidad con la áreas urbanas. La necesidad de que los productos agrícolas recorran las menores distancias posibles entre el productor y el consumidor para disminuir el consumo de energía y la contaminación. La influencia que sobre la psicología del urbanita tiene la constatación de lo que le cuesta al agricultor producir alimentos. O la necesidad de complejizar las área antrópicas, son algunos de los motivos que avalan esta tendencia. Nuevas ciudades como “La ciudad de las mil ciudades” proyectada por Andrés Perea y su equipo en Corea, o ciudades con muchos años como Vitoria, lo avalan. Así, en este último caso se está planteado ahora mismo la forma de mantener las áreas agrícolas cercanas a la ciudad. Y lo mismo que en el caso de Vitoria en muchas otras ciudades europeas (en España todavía parece como si el mantenimiento de la agricultura cercana fuera menos interesante que construir viviendas). Afortunadamente son muchas las voces que, en estos momentos, abogan por el mantenimiento de determinados paisajes culturales (que en Europa son mayoritariamente agrícolas) que, además de suponer un indicador de sostenibilidad muy apreciable, tienen que ver con la identidad de los pueblos y las ciudades. Y pienso que la huerta de Las Fuentes además de todos los factores mencionados es un paisaje cultural a proteger (incluido su parcelario) porque forma parte de la identidad de la ciudad. O por lo menos a mi me lo parece desde que conozco Zaragoza ya hace unos cuantos años.
También me gustaría referirme al tema de las modificaciones puntuales del planeamiento general. Aunque ya traté el tema en otro artículo del blog resulta necesario referirme al mismo porque es el sistema que se pretende seguir en este caso. El planeamiento español (casi todas las Comunidades Autónomas siguen el mismo patrón) está obsoleto porque la complejidad de las nuevas áreas urbanas ha superado la capacidad de los instrumentos para regularlas. De forma que las grandes ciudades ha decidido dejar sin revisar años y años sus planes generales y actuar mediante modificaciones puntuales. El problema es que las modificaciones puntuales están pensadas para aquellos retoques del plan que no afecten al modelo de ciudad. Y esto no ocurre siempre. En el caso que nos ocupa con 10.000 viviendas (las dimensiones de una ciudad entre pequeña y media) y modificaciones importantes en la relación ciudad, sistema agrícola y medio natural, es evidente que se afecta el modelo de ciudad. Comprendo (y casi justifico) las reticencias del equipo municipal en revisar el plan pero, en este caso, parece imprescindible si se quiere realizar una modificación tan importante. Una cosa es que, por parte de las Comunidad Autónoma se acometa la necesaria modificación de los instrumentos de planeamiento adaptándolos a la realidad del siglo XXI, y otra que se cumpla la legalidad vigente.
Por último también me gustaría comentar algo sobre la forma de financiar la exposición. En momentos como los actuales en los que la mayor parte de los municipios están pensando con afrontan un exceso de viviendas (construidas de la forma más ineficiente posible), parece extraño que se piense en construir 10.000 más. Podría ser que a Zaragoza le falten viviendas pero no es el caso. Según la Federación de Asociaciones de Barrios hay cerca de 60.000 viviendas vacías más las que queden en Valdespartera cuya ocupación en el momento actual parece que no llega al 60%. Además hay suelo vacío para construir más viviendas, tanto en Arcosur, como en la zona de ampliación de la Paz, en Miralbueno o en el barrio del AVE. En grandes números, parece que existe suelo para cerca de 40.000 viviendas. En estas condiciones, y dada la coyuntura por la que pasamos, el recalificar suelo para construir 10.000 viviendas más parece fuera de escala e incidiría (entre otras cosas) de forma muy negativa sobre los promotores, constructores y propietarios que tienen viviendas en venta. Ante este exceso del parque inmobiliario (tanto en Zaragoza como en todo el territorio español) la mayor parte de las grandes ciudades están pensando como afrontar el problema. Casi todos se están volcando en la rehabilitación de lo existente, tanto en la rehabilitación clásica como en la ecológica que introduce temas de tecnología avanzada intentando cambiar el modelo que se ha seguido hasta el momento.
Todas estas razones que me parecen objetivas y desprovistas del interés que puedan tener, por ejemplo, los propietarios del suelo (que van a ver como por una simple decisión administrativa su valor se va a multiplicar), puedo resumirlas en tres ideas. La primera es que tengo dudas sobre los beneficios que pueda traer a la ciudad la realización de esta exposición. Las dudas me surgen, como he explicado más arriba, del hecho comprobado que en ningún lugar que se ha intentado vitalizar la vida urbana mediante dos eventos consecutivos se ha logrado. Tengo dudas pero no lo descarto porque es muy complicado saber como va a reaccionar una ciudad concreta aunque genéricamente pueda parecerlo. Sobre lo que no tengo ninguna duda es sobre la escasa idoneidad del terreno elegido, tanto para su ubicación como para la recalificación. Me parece, sencillamente, un despropósito. Y tengo mucho más que dudas sobre el sistema de financiación elegido. Uno de los creadores del moderno urbanismo financiero fue el Barón Haussmann que consiguió reformar la ciudad de París gracias a las plusvalías generadas por la acción urbanizadora. Su obra se corresponde con las llamadas “tres redes” que se diferenciaban en función de la carga financiera que aportaba el municipio. En la primera el dinero lo aportaban a partes iguales el Estado y el Municipio. En la segunda el Municipio tenía que pagar los dos tercios siempre que la suma aportada por el Estado no superara los 180 millones de francos. En la tercera la financiación era enteramente municipal. Los créditos solicitados para la realización de esta tercera red supusieron un grave problema ya que el municipio no pudo hacer frente a los mismos y Haussmann fue despedido. Las obras de urbanismo de tal envergadura es casi imposible acometerlas con las solas fuerzas municipales aunque se recurra a recalificaciones de suelo. Si yo fuera el gobierno municipal me pensaría muy seriamente el seguir adelante con el proyecto (entre otras cosas por si me llegara a pasar lo que a Haussmann).
Post scriptum
Después de la publicación del articulo (aparte de los comentarios públicos) me han llegado varios correos y alguna llamada telefónica con diferentes enfoques que me obligan a precisar algunas cosas no suficientemente claras en el texto. Para entender un poco lo que sigue necesito citaros alguna bibliografía complementaria. A pesar de no haber escrito casi nada en el articulo sobre la expo 2008 el tema está ahí, soterrado, y habría que decir algo al respecto. Sobre todo de lo que se va a hacer en un el futuro que es ya. Hay un libro de Javier Monclús titulado Exposiciones internacionales y urbanismo, el proyecto Expo Zaragoza 2008 donde se explica el proyecto. También el libro El urbanismo de la Expo, plan de acompañamiento. Asimismo me gustaría mencionar los Recorridos por el anillo verde de Zaragoza que, aunque aparentemente no tiene relación con el tema, sirve para demostrar la importancia de la apertura al río que trajo la expo 2008, y también la importancia de la huerta de Las Fuentes. Pero, sobre todo me van a servir para apoyar lo que voy a decir a continuación.
La orientación que he hecho del articulo hasta ahora es puramente política y escasamente técnica. Este planteamiento está basado en tres cuestiones sobre las que me ratifico enteramente. La primera es la duda sobre interés de una exposición como la que se pretende (conocida popularmente como floralia). La segunda sobre la no idoneidad del sitio elegido. Y la tercera sobre el sistema de financiación. Sin embargo hay dos cuestiones que sólo inciden de forma muy lateral con esta discusión puramente política y a las que me gustaría referirme. En uno de los párrafos escribía sobre la posibilidad de sacarle rendimiento a “lo que queda” de la Expo 2008. En el Plan de acompañamiento se intentó básicamente que la Expo 2008 beneficiase urbanísticamente a la ciudad (en realidad, en el fondo pienso que la Expo se hizo para remodelar urbanísticamente la ciudad aunque nunca se dijo esto francamente). El caso es que efectivamente trajo beneficios palpables y evidentes como la apertura de la ciudad al río. El frente fluvial y la recuperación de las riberas es un logro urbanístico del que los técnicos pueden sentirse orgullosos, aunque políticamente no tengo muy claro si se hubiera podido hacer sin necesidad de la Expo 2008.
Sin embargo no me refería a esto en el articulo sino a “qué se va a hacer con lo que queda”. En el Plan de Acompañamiento hay un apartado, el D, dedicado a la post-expo. Alrededor de cuarenta páginas frente a las doscientas cincuenta del libro lo que da idea de la importancia que se le da. Los dos primeros apartados están dedicados a infraestructuras y, desde mi punto de vista, tienen poco que ver con el tema. Hay un articulo dedicado al Parque del Agua. No me quiero meter en el tema del meandro de Ranillas porque, para mí, era (ya no lo es porque la decisión ya ha sido ejecutada) un tema todavía más controvertido que el de la huerta de Las Fuentes. No estoy comentando la Expo 2008, pero más valía que lo hubieran dejado tranquilo a pesar de la degradación que se observaba por falta clara de cuidados. Respecto a lo construido en el meando hay otro artículo de Jerónimo Blasco y Javier Monclús donde se afirma específicamente que “en todo momento, las edificaciones a construir en el meandro se concibieron en función de su doble uso, durante y después de la Exposición”. Esto se hizo en los pabellones mediante una megaestructura flexible de bastante interés. El planteamiento es irreprochable. Respecto al resto de edificios las cosas no están tan claras. No me quiero meter a fondo con este tema que sólo lo traigo aquí porque entiendo que debería constituirse en el verdadero reto de la ciudad para los próximos diez años y no dispersar las fuerzas en expofloras y eventos análogos.
La otra cuestión que querría comentar es precisamente sobre el interés de la expoflora 2014 (o Floralia). La llamo así porque es como se la conoce popularmente aunque no debería, porque según los responsables se trata más bien de una Expo dedicada a la horticultura. Sin embargo dado que su temática se agrupa en cuatro apartados: Paisaje y Medio Ambiente, Paisajes Agrícolas, Paisajes Culturales y Arte y Paisaje, más bien parece que se trata de una expo dedicada al Paisaje Cultural y Natural. Todo esto es muy importante porque la exposiciones temáticas se suelen hacer para posicionar el producto que ofrece la ciudad o la región de referencia en el ranking mundial de ciudades competidoras. O estoy muy equivocado o Zaragoza y su región no tienen ni tradición ni mercado en el que posicionarse ni respecto a las flores ni respecto a los estudios e investigaciones sobre paisajismo. No así sobre la horticultura, que en la ribera de Ebro es de gran tradición (aunque se está perdiendo). De forma que podría llegar a entender una exposición sobre horticultura, aunque no en este momento ni en este sitio a pesar de que se tratase de conservar los linderos y parcelario de la huerta de Las Fuentes (cosa imposible desde mi punto de vista con los planos que se han presentado hasta ahora). Sin embargo, aunque con un carácter más local Pamplona se está anticipando con una muestra menos fastuosa pero, probablemente, más interesante para vender sus productos. Una idea que ofrezco gratis a los responsables ¿no se podría unir de alguna forma la post-expo2008 con la horticultura (no necesariamente una expo) si tanto interés se tiene la cuestión, ya que agua y horticultura están muy unidas? Dejo el tema porque este post scriptum es ya muy largo y corre el riesgo de convertirse en una segunda parte del articulo.