jueves, 31 de enero de 2008

Sevilla, paisaje desde la orilla derecha

El viernes pasado tuve que ir a Sevilla (nunca me niego cuando se trata de una de mis ciudades favoritas) a hablar de la relación entre ciudad y naturaleza en un máster organizado por la Escuela de Arquitectura. Terminé tarde, sobre las dos y media y decidí ir andando hasta el centro. Me fui por la Palmera y Delicias que es un paseo que me encanta hacer, sobre todo por el arbolado, hasta llegar al puente de San Telmo. Allí me esperaba Félix para comer. Pero no resistí la tentación (nunca lo hago cuando estoy cerca) y le propusé cruzar a Triana para ver, desde la orilla derecha, el edificio que Moneo hizo para La Previsión Española.


Y en lugar de comer, allí estábamos mirando el edificio desde el arbolado cercano al puente, cuando llegó un grupo de turistas (no sé que hacían a la hora de comer en aquel sitio rompiendo la magia de nuestra contemplación paisajística, por Dios...) empeñados en fotografiar el río. Pero lo que querían sobre todo era la imagen de la Torre del Oro con la Giralda al fondo. Empecé a percatarme que no estaban muy contentos cuando empezaron a lanzar imprecaciones contra algo que luego comprendí que era el edificio de Moneo. -¿A quien se le habrá ocurrido plantar esa mamarrachada delante?- Hacía años que no oía la palabra mamarrachada pero el que la había pronunciado la usaba en el sentido que se había usado siempre en mi familia (sinónimo de adefesio, cosa sin sentido, incordio, según el DRAE "acción desconcertada y ridicula").


El que llamaran mamarrachada al edificio de Moneo me sublevó porque es una de mis obras de arquitectura favoritas. Pero con la prudencia que me caracteriza no hice el menor comentario. Félix tampoco porque estaba hablando por el móvil a ver si localizaba un sitio para comer a aquellas horas. Luego todo se desarrolló muy deprisa porque el AVE se iba inmisericorde, y apenas tuve tiempo de ver el nuevo tranvía y que el centro estaba como siempre (algo menos alegre porque las nubes no le sientan bien a Sevilla). Luego, en el tren, la palabra mamarrachada me asaltaba una y otra vez cuando la asociaba al edificio de La Previsión Española.

Imagen de fotos del mundo

Pero, en realidad ¿qué le molestaba a aquellos turistas? Básicamente que entre la Torre del Oro la Catedral y la Giralda se interpusiera el austero y aplomado edificio de Rafael Moneo. Así que me fuí a Internet y me puse a buscar imágenes de la Torre del Oro. El problema era evidente. No se podía eliminar el edificio de La Previsión si se quería incluir la Giralda. Para conseguirlo había que alejarse bastante del puente, pero entonces la Giralda quedaba a la izquierda del encuadre respecto a la albarrana. Era obvio que yo no había sido capaz de ver esto, condicionado como estaba por la calidad arquitectónica del edificio, y por la relación que se establecía con la Torre del Oro. Además hace ya años que no hago fotografías sino vídeos y la estética del instante a veces se me escapa.

Imagen de chain.to


En algunos casos (tal y como se puede ver en las imágenes de arriba) ¡incluso habían llegado a cortar la base de la Torre para quitar de enmedio las oficinas de La Prevision!

Estaba experimentando en mi mismo, una vez más, la importancia de los elementos subjetivos en la percepción del paisaje. La primera vez que ví el edificio de Moneo fue viniendo por el Paseo de las Delicias teniendo a la izquierda la Torre del Oro. La relación que se establecía entre ambos, el diálogo que mantenían frente a frente, realmente me impactó. Desde entonces esta es la imagen que permanece en mi subconsciente y que se impone a cualquier otra. De forma que en mis paseos a lo largo del río siguiendo la calle Betis (haciendo incursiones visuales de la orilla izquierda donde puedo), bien desde el puente de San Telmo o desde el de Triana, nunca buscaba la Torre del Oro para asociarla con la Giralda, sino para asociarla con La Previsión Española. Me parece que, a partir de ahora, la pareja se va a convertir en trio y nunca más seré tan feliz paseando por ese trozo de Sevilla como lo he sido hasta que a un turista le pareció imperdonable que la Giralda surgiera directamente de la cubierta del edificio que primero fue de La Previsión Española, luego devino en Helvetia Prevision S.A. Seguros y Reaseguros y que ahora es Helvetia a secas, aunque para mí siempre será el edificio de Moneo.


Claro, seguirá pareciéndome magnífico el edificio, pero lo que seguramente ya nunca más me parecerá excelente es ese trozo concreto de paisaje urbano visto desde la orilla derecha. Y es que no se debió haber construido de esta forma en este sitio concreto de la ciudad. No digo que el skyline de Sevilla tuviera que permanecer para siempre tal y como se muestra en esta reproducción de principios de siglo (al fin y al cabo el edificio de Moneo no cambia apreciablemente el perfil de la ciudad aunque si el fondo sobre el que se recorta la Torre del Oro).

A comienzos del siglo XX (Todocoleccion.net)


O que siempre hubiera que verla desde la altura de un edificio de enfrente tal y como se aprecia en esta vista más reciente. O que tengamos que mantener siempre los perfiles urbanos tal y como aparecen en el imaginario colectivo. Pero sí tener algo más de cuidado con las alturas, los volúmenes y las visuales cuando planificamos entornos "sensibles" como este. Menos mal que el edificio se le encargó a Moneo. Probablemente en manos de la mayoría de los arquitectos se hubiera producido una auténtica catástrofe en el paisaje sevillano.

Debo confesaros que, cuando ya tenía escrito el articulo, estuve pensando mucho si era adecuado el publicarlo en el blog. Bueno, si era adecuado darlo a conocer a través de cualquier medio. Lo digo porque, seguramente, aquellos que después de visitar el casco histórico crucéis el puente de San Telmo para admirar la ciudad desde la otra orilla y veáis, al fondo, semioculta por la cubierta de La Previsión Española, la torre de la Giralda, no podréis dejar de preguntaros como sería esta vista sin este estorbo. Probablemente vuestra alma no se expandirá tan gozosa como si esta pregunta nunca hubiera existido. Pero también puede que penséis cómo sería esta vista si el proyecto hubiera caído en manos de... (ese mismo que estáis pensando). O en lo que había detrás antes, que algo asoma en la foto nocturna de arriba. De forma que pensé: bueno, a pesar de todo voy a contarlo.