jueves, 18 de agosto de 2011

Ci[ur], Urban y Urban-e

Repasando en estos tórridos días de vagancia y relajo (en España estamos en el período de vacaciones estival) los artículos que llevo escritos en esta columna, me he dado cuenta de que falta una parte fundamental de mi actividad profesional. Aunque hay algunas alusiones, no he escrito casi nada que se refiera al día a día. He hablado de mis correrías por todo el mundo, de lo que he pensado y de lo que pienso relativo a temas actuales o no actuales, de congresos, jornadas y cursos de postgrado, pero no de mis labores cotidianas. Y es algo que también se suele hacer normalmente en un blog. Aprovechando que Marian Leboreiro me escribe un correo diciéndome que (¡por fin!) ha salido a la luz el primer número de la revista Urban-e, me he decidido a dedicar este artículo a las publicaciones de mi lugar de trabajo habitual. A pesar de lo que pueda parecer, la mayor parte de mi vida profesional se desarrolla en Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid, y tengo un pequeño despacho (muy sostenible debido a sus dimensiones) en la Escuela de Arquitectura. Y digo de lo que pueda parecer, porque lo que debería deducirse de la lectura de los más de cien artículos anteriores, es que estoy siempre en otras movidas. Pero es una impresión equivocada. Lo cierto es que reconozco mi suerte por estar donde estoy y no cambiaría lo que hago y donde lo hago por casi nada.

Camino de entrada a la ETSAM (xtorm)
¿Dónde iba a estar mejor que aquí?

lunes, 1 de agosto de 2011

La protección del patrimonio urbano

Hace ya algunos años, y en colaboración con los hermanos Juan y Miguel González, redacté la modificación del Plan General de Ávila (España) con objeto de adaptarlo a la Ley de Patrimonio Histórico Español. Para acercar más el plan a los abulenses decidimos escribir una serie de artículos en el Diario de Ávila que nos permitieran explicar mejor los objetivos a conseguir. Me he acordado de aquellos artículos en una reciente visita a esta extraordinaria ciudad Patrimonio de la Humanidad y, más por nostalgia que por otra cosa, me entretuve releyéndolos. Estamos en verano y  no quiero ponerme crítico con algunas de las actuaciones incomprensibles (desde mi punto de vista) que se han hecho sin consideración alguna a la categoría de este conjunto histórico. Sólo querría rescatar algunas ideas, que me han sugerido la lectura de aquellos artículos de entonces, revisadas con ojos de hoy. En lo fundamental sigo pensando de forma muy parecida porque los problemas subsisten. Una aproximación más técnica puede encontrarse en el libro que publiqué en la editorial Akal titulado La protección del Patrimonio Urbano, instrumentos normativos que, a pesar del tiempo transcurrido (y a tratarse sólo la legislación nacional cuando estas competencias son compartidas con las Comunidades Autónomas) entiendo que todavía mantiene un cierto interés. Mi pretensión con este artículo no es otra que plantear algunas cuestiones acerca del tema de la protección que me preocupan desde hace bastante tiempo. Y voy a tratar de hacerlo de la forma más clara que pueda porque soy consciente de la variedad de intereses y procedencias de muchos de los lectores del blog y, además porque buena parte de ellos están de vacaciones y tampoco es cuestión de ponerme demasiado evanescente. Ilustro el texto con imágenes de lugares maravillosos declarados Patrimonio de la Humanidad.

Ciudad amurallada de Ávila, España (Wikimedia)