viernes, 3 de diciembre de 2021

Los anillos verdes en el siglo XXI

Repasando algunos de los temas que explicábamos en urbanismo hace algunos años me encontré con las New Tows inglesas, y el anillo verde de Londres que se había utilizado para contener el crecimiento de la ciudad. Ahora, ya en los años veinte del siglo XXI, las cosas han cambiado bastante. Como tantas veces se ha señalado a lo largo de los diferentes artículos del blog, hay un momento temporal en el que los acontecimientos sobre el planeta cambian de forma radical afectando a muchas materias. Se suele establecer en la mitad de los años ochenta del pasado siglo veinte que es cuando se supone que la huella ecológica de la Tierra alcanza a la superficie total del planeta. Este momento crítico ha afectado también al propio concepto de anillo verde, los objetivos que se pretendían con su creación, y su utilidad.

Los cuatro anillos de Londres de Abercrombie. 1944  urbanetworks
Señalar en la imagen para verla más grande

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Novelas y ciudades

 La literatura siempre ha contribuido a crear paisajes. Hay varios artículos donde reflexiono sobre el tema. Así, el segundo que escribí para este blog (del año 2007), dedicado a las Quintanas en Santiago de Compostela. Los ejemplos son muchos. Podríamos citar, entre los actuales, a Dolores Redondo y el valle del Baztan, a Domingo Villar y Vigo, o a Eva García Sáenz de Urturi y Vitoria-Gasteiz. Pero esta relación entre literatura y paisaje también se puede plantear como una forma de ver ciudades y territorios que se escapa al rigor del análisis académico describiendo situaciones y características que, de otra forma, quedarían ocultas o se tardaría mucho tiempo en plantear. En julio de 2016 fui tutor de un trabajo fin de grado que planteaba esta cuestión. Siempre he pensado que estaría bien compartirlo aquí, de forma que, a continuación, voy a hacerlo.

Fragmento de la portada del trabajo de Alba Carballal  archivoupm

domingo, 3 de octubre de 2021

Octubre Urbano

A este mes de octubre se le conoce con el nombre de Octubre Urbano porque comienza mañana día 4 con el Día Mundial del Hábitat y termina el 31 con el Día Mundial de las Ciudades. Este año el Octubre Urbano está dedicado al tema de la Crisis Climática. Con tal motivo ONU-Hábitat ha redactado dos documentos que me gustaría comentar. El primero se titula "Acelerar la acción urbana para un mundo libre de carbono". Y el segundo, "Adaptar las ciudades para la resiliencia climática". Los dos tratan temas ya conocidos y expuestos innumerables veces en diferentes artículos del blog. Sin embargo, dada la situación de absoluta emergencia en la que nos encontramos pienso que es necesario insistir en ello sobre todo días después de que la ONU haya declarado que, ni tan siquiera la pandemia ha conseguido ralentizar el cambio climático.

Octubre Urbano

viernes, 3 de septiembre de 2021

Releyendo a Louis Wirth

A finales de los años sesenta del pasado siglo XX los estudiantes de arquitectura de Madrid teníamos que leer, casi por obligación, el célebre artículo de Louis Wirth titulado “El urbanismo como modo de vida”. La verdad es que casi nunca lo leíamos (por lo menos entero), nos limitábamos a saber lo que nuestros profesores decían que decía. Pero no hacerlo era un error. Se trataba de un artículo excelente que, sobre todo, cambiaba la óptica de un arquitecto de la belleza a otras cosas. Hace unos días en una de esas jornadas que, debido a la pandemia, ya son solo virtuales, uno de los conferenciantes lo mencionó. En concreto, aludiendo a la necesidad de preservar el anonimato como algo esencial en nuestras ciudades. Y empecé a pensar si acaso no sería interesante volverlo a leer después de que han cambiado tantas cosas. Sobre todo porque ya es tradicional que los meses de verano los dedique a recomendar alguna lectura interesante. De forma que me decidí a releerlo y también a escribir este artículo.

Louis Wirth, universidad de Chicago  chicagomaroon

martes, 3 de agosto de 2021

Un clásico imprescindible de Ian L. McHarg

Cambiando libros de un sitio a otro (que es lo que se suele hacer en un julio coronavírico) me encontré con la edición del veinticinco aniversario de la obra de Ian McHarg titulada Design With Nature. Y me percaté que no le había dedicado ni una línea en el blog a este libro seminal y, para mí, origen de muchas de mis inquietudes. La edición que conservo está en inglés y es de 1992. Sin embargo, ya desde la realización de la tesis doctoral, mis relaciones con el original de 1969 fueron constantes y debo confesar que aprendí mucho de esta publicación. Para aquellos que no dominen demasiado el inglés hay también una traducción al español con el título de Proyectar con la naturaleza. Edición que cuenta, además, con una excelente introducción de Juan Luis de las Rivas, Ignacio San Martín y Frederick Steiner, la de Mumfort a la primera edición, así como la del 25 aniversario (1992) del propio McHarg.


Fragmento de la portada del libro (ed. 25 aniversario)

sábado, 3 de julio de 2021

Londres, el Regent’s Canal

Uno de los recorridos que el turista avezado no debería olvidar cuando visita Londres es un paseo por el Regent´s Canal. Este canal, que hoy se ha convertido en un destino turístico de primer orden, no siempre ha tenido la importancia que ahora tiene. Es más, durante mucho tiempo ha estado prácticamente oculto. No es el Támesis, claro, ni siquiera el Grand Junction Canal cuyos más de 200 kilómetros son los que unen Londres con Birmingham. Pero es que los casi catorce kilómetros del Regent´s Canal se encargan, precisamente, de enlazar ambas vías fluviales. El tratamiento paisajístico que se ha hecho del mismo ha conseguido hacerlo “visible” y ponerlo en primer plano tanto para los londinenses como para los visitantes. Se trata, por tanto, de un ejemplo de patrimonio industrial recuperado de gran interés.  

Disfrutando del Regent’s Canal  traveler

jueves, 3 de junio de 2021

La ciudad en la sociedad digital

En estos días de pandemia se han puesto a prueba, y en muchos casos se han agudizado, determinadas tendencias indicativas de cambios sociales de importancia que deberían incidir en varios de los elementos que conforman nuestros entornos, desde los más próximos a los más lejanos. Así, desde la necesidad de abordar la globalización de una forma distinta a la actual (que tiene demasiados fallos) hasta el diseño de la vivienda. También, por supuesto, en todo aquello que se refiere al proceso de urbanización y organización de la ciudad. Es un momento de gran interés porque todavía no hay certezas. En todo caso, solamente intuiciones. Lo que sí hay son muchas preguntas. Preguntas a las que hemos de responder con mayor o menor urgencia. De forma que en el artículo de hoy abundan las preguntas. En algunos casos se intuye la respuesta, pero en otros ni siquiera hay todavía ni una intuición.

Una sociedad digital  madrilanea

lunes, 3 de mayo de 2021

La saludable costumbre de caminar

A lo largo de diferentes artículos del blog he tratado de argumentar la necesidad de un cambio de modelo en la organización de la ciudad. Necesidad basada en criterios de eficiencia, salud y sostenibilidad. Uno de los pilares básicos de este cambio es dejar de utilizar el coche como referencia del diseño urbano y del planeamiento y sustituirlo por el peatón. Este es uno de los objetivos de la ciudad de cercanía que, tanto desde el punto de vista de la eficiencia ecológica como de la económica, sabemos que funciona mejor que el modelo actual. Es precisamente uno de los pilares de la ciudad de cercanía la posibilidad de realizar la mayor parte de las tareas habituales a pie, también base de una ciudad más saludable. Y tanto el planeamiento como el proyecto urbano deberían ser los encargados de hacerlo posible. O, por lo menos, no imposibilitarlo como sucede actualmente en una gran parte de nuestras ciudades.

Monumento a Thoreau caminando, cerca de la réplica de su
casa en Walden Pond, Concord, Massachusetts
  tripadvisor


sábado, 3 de abril de 2021

Marca Unesco

En los párrafos que siguen trataré de hacerme unas cuantas preguntas sobre la manera en la que algo tan importante para la formación de la identidad social e histórica de un pueblo, como es el Patrimonio Cultural, se ha convertido en un producto comercial más. En concreto, en un producto turístico en el que, lo de menos, es que sirva para consolidar la identidad de un colectivo porque, sencillamente, se ha convertido en el objeto de deseo de muchos turistas. Objeto de deseo creado muchas veces de forma artificial mediante técnicas de marketing muy sofisticadas. El problema es que, casi siempre, este objetivo que podríamos calificar de accesorio puede poner en serio peligro precisamente su función principal que es la de crear identidad. Y a ello ha contribuido (en no poca medida) otra expresión que se ha convertido en una auténtica guía turística en muchos lugares del mundo: la declaración de Patrimonio Mundial. O, como se suele conocer también en España: Patrimonio de la Humanidad.

La Alhambra, Patrimonio Mundial  viajablog

miércoles, 3 de marzo de 2021

A vueltas con el derecho a la ciudad

Después de haber escrito el artículo del mes pasado en el que planteaba el tema de la zonificación me di cuenta de que, en realidad, había obviado una de las críticas más fuertes: la que, en su momento, había venido de Henri Lefebvre. Pero lo dejé estar con la idea de dedicarle más espacio a una cuestión que es casi un mantra, “El derecho a la ciudad”. Todos los que nos dedicamos al urbanismo nos hemos tropezado, en los lugares más insospechados y justificando las cosas más contradictorias, con la susodicha expresión. Así, parece normal encontrarla en manifestaciones callejeras o en estudios académicos muy profundos, incluso existe una Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad que empezó su andadura en el Foro Social de la Américas de Quito en julio de 2004 y llegó con algunos cambios hasta Barcelona 2005. Pero el “derecho a la ciudad” aparece incluso en la Nueva Agenda Urbana proponiendo enfoques casi enfrentados ambos documentos, Carta y Agenda, sobre la forma de entender el concepto.

Pintada mayo del 68. Bajo el pavimento, la playa  labrujula

miércoles, 3 de febrero de 2021

Zonificación urbana ¿ángel o demonio?

Aquellos que sigan los artículos que se van publicando en el blog observarán que hay un tema recurrente en muchos de ellos y que, de una u otra forma, aparece con diferentes aspectos: la complejidad. Se necesitan áreas urbanas complejas que permitan, por ejemplo, la ciudad de cercanía o la interacción social. Pero, sobre todo, que hagan posible reducir el transporte de personas en vehículos privados o de mercancías en su interior. Y es necesario, tanto atendiendo a criterios de sostenibilidad como de salud. Incluso desde un punto de vista puramente económico si pensamos que las ciudades se mueven en un mundo competitivo. Pero, como se ha visto también de forma repetitiva, para conseguir la deseada complejidad hay “un malo” de esta historia que es la zonificación. De forma que he pensado que sería interesante dedicarle el artículo de hoy a este instrumento “perverso”.

Plano de zonificación Alcobendas sector S1  loscarriles

domingo, 3 de enero de 2021

El cuarto paisaje

Con este epígrafe de su libro Valoración del paisaje natural es como denominaron Antonio López Lillo y Ángel Ramos, hace ya más de cincuenta años, a aquellos paisajes hacia los que se desplazan los urbanitas “con periodicidad semanal o anual al campo y a la naturaleza primitiva”. Llegaron a este apartado después de haber explicado los tres primeros: la naturaleza en el interior de la ciudad, las áreas agrícolas y la naturaleza inalterada (o “cuasi” inalterada).  Pretendían con ello, indicar la necesidad de los habitantes de las ciudades de tener un contacto, aunque fuese mínimo, con la naturaleza en lugares adecuados para ello. En muchos aspectos se anticiparon a las propuestas de Louv sobre el trastorno por déficit de naturaleza, o de la dosis mínima de naturaleza accesible a toda la población de Shanahan. Incluso, a los planteamientos biofílicos de Wilson de 1984. Me pareció interesante titular este artículo con el nombre del epígrafe que utilizaron López Lillo y Ramos para designar a este tipo de paisajes.

Fragmento de la portada del libro de López Lillo y Ángel Ramos